Spam

Por lo general, el término spam se refiere a la información no solicitada que se transmite de forma electrónica. El spam tiene varias formas y se conoce especialmente en relación con el correo electrónico. Sin embargo, también puede aparecer como banners publicitarios, ventanas emergentes o mensajes publicitarios en los foros de Internet. Todas las formas tienen un punto en común: se perciben como molestas. También pueden contener enlaces a sitios web fraudulentos y, en el caso de los correos electrónicos de spam, archivos adjuntos con programas maliciosos.

¿Qué significa exactamente el término spam?

El spam se convirtió en el epítome de la información sin sentido, molesta y repetitiva. La variedad de correos electrónicos de spam es sorprendente. Abarcan desde la publicidad no solicitada hasta los falsos correos electrónicos de phishing de tu banco diseñados para redirigirte a un sitio web fraudulento. En el mejor de los casos, solo perderéis el tiempo que es necesario para ver y eliminar los correos electrónicos no deseados.

El spam electrónico debe su nombre a un sketch. El spam era (y es) el nombre de una marca de carne enlatada. Esta carne era el único alimento del ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial que no estaba racionado, por lo que era abundante y muchos soldados acabaron hartándose de él.

Esta fue la base del sketch «Spam» del grupo británico de comediantes Monty Python, que se emitió en 1970 en la cadena de televisión BBC. La escena se desarrolla en una cafetería cuyo menú solo contiene platos de spam. Por ello, la palabra «spam» se repite constantemente en las recomendaciones del camarero. Incluso en los créditos del episodio, la palabra spam aparece todo el rato.

¿En el trabajo diario, dónde puedo encontrarme con spam?

Imagina que hace poco rellenaste un formulario en línea para recibir un PDF gratuito. Todo tenía que hacerse muy rápido, así que no tenías tiempo para comprobar las condiciones generales con detenimiento.

La jornada laboral comienza y consultas tus correos. Tu bandeja de entrada está repleta de mensajes que no esperabas y que no quieres recibir. Eliminas los correos electrónicos publicitarios, en los que, entre otras cosas, se anuncian alfombrillas, sombrillas, tarifas de seguros de salud y pintura para coches, para así poder identificar los mensajes relevantes para el trabajo.

La mejor solución para el spam es:

• Eliminar los correos electrónicos no deseados sin abrir. Puedes encontrar más información sobre cómo hacer frente a posibles correos electrónicos fraudulentos aquí.
• No prestes atención a los banners publicitarios, las ventanas emergentes o los mensajes publicitarios en los foros de Internet. Tampoco respondas ni hagas clic en los mensajes. Lo mejor es utilizar un bloqueador de anuncios.

¿Qué puedo hacer para recibir menos spam?

• Guarda tu dirección de correo electrónico en la página web de la empresa solo como un archivo de imagen.
• Intenta compartir tu dirección de correo electrónico profesional lo menos posible y solo con terceros de confianza.
• Si tu trabajo requiere un intercambio regular de datos de contacto, crea una segunda dirección de correo electrónico para situaciones en las que no puedas asegurar el uso que darán a tu dirección después.
• Utiliza proveedores de correo electrónico con un buen filtro de spam para filtrar de antemano los mensajes no deseados y configúralo si es posible.
• Si algunos remitentes siguen esquivando el filtro de spam para enviarte mensajes publicitarios no deseados, también puedes quejarte a la eco-Verband (asociación de la industria de Internet).